¿Hemos salido de la crisis?

Hasta risa me da el título de la entrada. Nunca hemos salido de la crisis. Desde que tengo uso de memoria hemos estado en ella, sin mejorías claras, sin avances significativos. Nuestras honorables autoridades, nuestros gobernantes, siempre han proclamado que lo peor ha quedado detrás, pero eso lo dicen cuando salimos de un estado de hiper-crisis para entrar en la crisis normal. Y mientras ellos y sus secuaces se llenan los bolsillos y engordan a costa de los demás, los ciudadanos comunes y corrientes siguen jodidos.

Por supuesto que ha habido avances, pero jamás hemos podido salir del subdesarrollo, de la mediocridad. Muchos discursos, jalones y estirones entre los políticos, elevación de impuestos, servicios públicos cada vez más caros y deficientes, préstamos para pagar los precios de los préstamos, millones de connacionales que huyen al otro lado para al menos vivir en un país civilizado. Y eso por no hablar de la violencia, de los asesinatos, de los secuestros, de la permanente corrupción, del desabasto, de los sueldos cada vez más miserables, de las injusticias, del hambre.

Somos como el perro que intenta morderse la cola. Moviéndose frenéticamente pero sin avanzar un centímetro. Golpeados sexenio tras sexenio, víctimas de líderes incompetentes que solo buscan su propio beneficio o, en el mejor de los casos, de su propio partido, estamos tan acostumbrados al subdesarrollo y a ser embaucados por los gobernantes que ya hemos perdido hasta el ímpetu de luchar, de quejarnos, de exigir.

Estamos en un país que es como un barco lleno de agujeros. Sacamos agua por un lado y entra por el otro. Hacemos un agujero en él para tapar otro. No nos hundimos, pero tampoco la nave se pone completamente a flote. Siempre jodidos, siempre pensando que mañana las cosas serán mejores y ese día nunca llega.